La mayoría de las personas usan sus prendas favoritas todo el tiempo, así que cuando se trata de conservarlas limpias, hay mucho en juego. Los consejos y secretos para lavar ropa pueden ser muy útiles, pero también peligrosos si no proporcionan el resultado deseado.
Continúa leyendo para enterarte de cómo lavar tu ropa favorita y acabamos con muchos mitos populares y te mostramos cómo lavar tu ropa favorita de manera adecuada.
¿Cómo lavar mi ropa favorita?
Mito: puedes refrescar tus jeans sucios si los congelas.
Verdad: congelar una prenda simplemente hace que las bacterias que contiene permanezcan latentes. Así que ten cuidado, ya que una vez que tus jeans se descongelen, estarán igual de sucios (y apestosos) que antes.
La forma correcta: para evitar que se decoloren y encojan, lava los jeans de adentro hacia afuera con agua fría y con un detergente apto para ese ciclo, como detergente Ariel Líquido Concentrado, Ariel Líquido Concentrado Color o Ariel Power PODS para ropa de color y luego cuélgalos para que se sequen naturalmente. (Siempre revisa las etiquetas de instrucciones de cuidado antes para confirmar que una prenda se puede lavar en lavadora).

Mito: no puedes meter brasieres ni lencería con encaje a la lavadora
Verdad: si pones ropa interior en la lavadora, es probable que se enrede y se encoja, y los detalles con encajes pueden deshilacharse al tallarse contra otras prendas. Pero lavar a mano no es la única solución.
La forma correcta: usa una bolsa de malla para lavadora para proteger los brasieres y la lencería delicada durante el ciclo de lavado y luego cuelga la ropa para que se seque. Sí, así de fácil.

Mito: las blusas de seda solo se lavan en seco
Verdad: siempre y cuando la etiqueta no diga “Lavar en seco únicamente”, lavar a mano es seguro para las sedas.
La forma correcta: llena una tarja limpia con agua tibia o fría y una pequeña cantidad de detergente Ariel líquido para ropa delicada, como detergente Ariel Líquido Concentrado. Agita ligeramente de tres a cinco minutos, enjuaga bien y seca sobre una superficie plana.

Mito: las botas de piel de oveja no pueden meterse a la lavadora
Verdad: esto hará que encojan, pierdan su textura suave y se vean sin forma.
La forma correcta: limpia áreas específicas cuando sea necesario. Pasa una esponja ligeramente húmeda sobre la superficie de las botas, aplica un limpiador de piel de oveja con la misma esponja y talla suavemente. Enjuaga ligeramente con agua fría (no permitas que la tela quede empapada), después rellena el interior de las botas con papel para que conserven su forma mientras se secan. Una vez que estén secas, cepilla ligeramente con un cepillo para ante con el fin de suavizar la textura.

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